sábado, 31 de diciembre de 2011

UN POCO DE TÁPIES

Antoni Tàpies nace en Barcelona en 1923, en una familia burguesa, culta y catalanista, involucrada desde mediados del siglo XIX en una tradición editorial y librera que despierta muy pronto en el artista un amor por los libros y la lectura.
Esta predisposición se ve acentuada por la larga convalecencia de una enfermedad pulmonar, durante la cual inicia sus tanteos artísticos. Progresivamente Tàpies se dedica con mayor intensidad al dibujo y la pintura, y acaba dejando sus estudios de Derecho para dedicarse plenamente a su pasión. En la década de los cuarenta ya expone sus obras, que destacan en la panorámica artística del momento.
Partícipe de una sensibilidad generalizada que afecta a los artistas de ambos lados del Atlántico, a raíz de la II Guerra Mundial y del lanzamiento de la bomba atómica, Antoni Tàpies expresa muy pronto un interés por la materia, la tierra, el polvo, los átomos y las partículas, que se plasma formalmente en el uso de materiales ajenos a la expresión plástica academicista y en la experimentación de nuevas técnicas. Las pinturas matéricas forman una parte sustancial de la obra de Tàpies y constituyen un proyecto que sigue desarrollándose en la actualidad. Tàpies cree que la noción de materia debe entenderse también desde la perspectiva del misticismo medieval como magia, mimesis y alquimia. En este sentido, hay que entender el deseo del artista de que sus obras adquieran el poder de transformar nuestro interior.
Durante los años cincuenta y sesenta, Antoni Tàpies irá elaborando una serie de imágenes, generalmente extraídas de su entorno inmediato, que aparecerán en las distintas etapas de su evolución. Muchas veces, una misma imagen, además de aparecer representada de diversas formas, tendrá múltiples significaciones diferenciadas que se irán superponiendo. Su mensaje se centra en la revaloración de lo que se considera bajo, repulsivo, material (no en vano Tàpies escoge a menudo temas tradicionalmente considerados desagradables y fetichistas, como un ano defecando, un zapato abandonado, una axila, un pie y otros similares).
Asimismo, la obra de Antoni Tàpies ha sido siempre permeable a los acontecimientos políticos y sociales del momento. A finales de los años sesenta y principios de los setenta, su compromiso político contra la dictadura se intensifica, y las obras de este período tienen un marcado carácter de denuncia y protesta. Coincidiendo con la eclosión del arte povera en Europa y el posminimalismo en EEUU, Tàpies acentúa su trabajo con objetos, no mostrándolos tal como son, sino imprimiéndoles su sello e incorporándolos a su lenguaje. A principios de los ochenta, una vez restaurado el Estado de derecho en España, el interés de Tàpies por la tela como soporte adquiere una fuerza renovada. Durante esos años, realiza obras con goma-espuma o con la técnica del aerosol, utiliza barnices y crea objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce, y se mantiene muy activo en el campo de la obra gráfica. Por otra parte, a finales de los ochenta, parece reforzarse el interés de Tàpies por la cultura oriental, una preocupación que ya se había ido gestando en los años de la posguerra y que se convierte cada vez más en una influencia filosófica fundamental en su obra, por su énfasis en lo material, por la identidad entre hombre y naturaleza y por la negación del dualismo de nuestra sociedad. Igualmente, Tàpies se siente atraído por una nueva generación de científicos, capaces de apoyar una visión del universo que entiende la materia como un todo, sometido al cambio y la formación constantes.












La Colonia Güell / Santa Coloma de Cervelló - Barcelona

La Colonia Güell, una joya del Modernismo
(Antoni Gaudí, 1890-1920, en Sta Coloma de Cervelló, Barcelona)

La Colonia Güell es uno de los más grandes legados arquitectónico-urbanísticos en nuestro país. 

Construida en el último decenio del siglo XIX, está compuesta por el recinto fabril, el recinto residencial y la Cripta Gaudí, una de las obras más representativas de Antoni Gaudí que trabajó bajo la protección del industrial y político catalán Eusebi Güell. 

Todo el conjunto está declarado Conjunto Histórico-Artístico de interés. De sus edificios destacan tanto la amplitud como su belleza formal y simplicidad de volúmenes y formas.




Eusebi Güell encargó a Antoni Gaudí el proyecto de la Colonia, que disponía de hospital, fonda, escuela, comercios, teatro, cooperativa y capilla, además de las fábricas y las viviendas de los obreros, en una superficie total de unas 160 hectáreas. 

Gaudí se encargó de la planimetría del conjunto, para lo que contó con la colaboración de sus ayudantes Francesc Berenguer, Joan Rubió y Josep Canaleta. Personalmente se encargó del diseño de la iglesia, de la que sólo se construyó la cripta, ya que a la muerte del conde Güell en 1918 sus hijos abandonaron el proyecto.


El resto de edificaciones corrieron a cargo de los colaboradores de Gaudí: Francesc Berenguer construyó la Cooperativa (con Joan Rubió, 1900) y la Escuela (con su hijo Francesc Berenguer i Bellvehí, 1912-1917); Joan Rubió construyó diversas casas particulares, como Ca l'Ordal (1894) y Ca l'Espinal (1900); Francesc Berenguer i Bellvehí construyó asimismo el Centro Cultural Sant Lluís (1915-1917) y la Casa parroquial (1917).


Los sucesores de Eusebi Güell vendieron la propiedad en 1945 a la familia Bertrand Serra.

La industria textil, ante la crisis del sector, fue cerrada en 1973.


En 2.000 se inicia el proceso de recuperación del recinto fabril de la Cólonia Güell, compuesto por más de 20 edificios singulares.































jueves, 29 de diciembre de 2011

OTROS EXPRESIONISTAS ABSTRACTOS


Chief 1950 / FRANZ KLINE 1910-1962


Garden in Sochi / ARSHILE GORKY / Armenia 1904-1948


Ladybug / JOAN MITCHELL 1925 - 1992


Number 1A - 1948 / JACKSON POLLOCK 1912 - 1956


The She Wolf 1943 / JACKSON POLLOCK 1912 - 1956

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Bedford Square / LONDRES



FOTOS MEZCLADAS DE SITIOS CHULOS



Piazza de la Pomposa, MÓDENA

 Saint Denis, PARIS 

Casas del Parlamento / Westminster / Torre del Reloj "Big Ben" / LONDRES 

Vicente López Portaña (Valencia, 19 de septiembre de 1772 – Madrid, 22 de julio de 1850) Neoclasicismo.

Inició sus estudios en la Academia de San Carlos donde en 1789 fue premiado, por su obra El rey Ezequías haciendo ostentación de sus riquezas, con una beca de estudios en Madrid.
En 1780 obtiene el primer premio en el concurso de la Academia de San Fernando con su obra Los Reyes Católicos recibiendo una embajada del Rey de Fez.
Tras permanecer en Madrid trece años, donde recibirá la influencia de pintores como Francisco Bayeu, Mariano Salvador Maella y de Mengs, regresa a Valencia en 1792donde pintará a Fernando VII con el hábito de la Orden de Carlos III y numerosos retratos de los jefes militares franceses que ocupaban España durante la Guerra de la Independencia.
El sentido realista que demuestra en estos retratos hace que Fernando VII lo nombre Primer Pintor de Cámara en 1815, desplazándose nuevamente a Madrid donde se convertirá en el pintor de moda entre la aristocracia y alta burguesía madrileña. Entre otros pintó al III conde de Lerena, Pedro López de Lerena Sobarzo (ca. 1820).
En 1826 realizará su obra más conocida, el Retrato del pintor Francisco de Goya, y en 1831 hará el retrato de Fernando VII con el hábito de la Orden del Toisón de Oro.
Falleció el 22 de julio de 1850 cuando era Primer Pintor de Cámara de Isabel II.
Apareció en los billetes de 25 pesetas de 1931 durante la Segunda República Española. Distintas obras suyas, incluyendo un autorretrato, ilustraron una serie de sellos españoles en 1973.